Coordinador/a de Honestidad. Un rol imprescindible en la economía que viene.

A partir del 1 de agosto de 2022 entra en vigor la norma europea de transparencia salarial. Los sueldos serán públicos y todos los aspirantes a un empleo conocerán el salario y las condiciones laborales del puesto al que optan antes de la entrevista personal.

 

¿Cómo quieres gestionar la honestidad en tu empresa?

 

¿Sabes qué tienen en común una multinacional americana, una multinacional francesa, una multinacional española y dos PYMES españolas? Por un lado, que a lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de trabajar para ellas, pero este no es el denominador común que me gustaría resaltar en este artículo. Es otro: la diferencia que hay entre lo que se hace y lo que se dice que se hace.

 

Esta diferencia, más o menos consciente, más o menos deliberada, ha estado presente no solo en todas las empresas para las que he podido trabajar yo, sino que, explorando el asunto con muchas más personas, me permito llegar a la conclusión de que se trata de algo presente en la mayoría, si no en la totalidad de las empresas.

 

¿Por qué sucede? ¿A qué se debe este déficit de honestidad en el ámbito empresarial?

 

Antes de contestar a estas preguntas me gustaría puntualizar que no creo que se trate de un asunto específico de las empresas, sino que más bien puede ser un simple reflejo de nuestra sociedad actual. De la misma manera que existe una economía sumergida o ciertos temas tabú, también está esto que podríamos denominar como honestidad sumergida.

 

Cuando algo no se expresa abiertamente, suele existir un motivo claro: el temor a que no sea acogido. ¿Qué forma puede tener ese temor en un contexto como este? No hablo porque lo que voy a decir no va a gustar a las personas a las que se lo voy a decir. En otras palabras, eso que no digo no lo digo porque de alguna manera no contribuye al cuidado de las personas que lo van a escuchar. Se trata de un cuidado parcial que, en mi experiencia, suele contribuir al cuidado de unos pocos en detrimento del cuidado de unos muchos.

 

¿Qué crees que pretende cuidar este comportamiento de silencio? A mí me llega como una acción de protección. Es decir, cuando no quiero que se hablen abiertamente ciertos asuntos, puedo estar queriendo proteger a las personas que lo escucharían del daño de escucharlo y también puedo estar queriendo proteger la tranquilidad y el bienestar de las personas que no lo dicen. El esquema de pensamiento podría ser algo así: “Si ellos no lo saben, no sufrirán. Y si ellos no sufren, no nos pedirán explicaciones a nosotros”.

 

En este punto es donde entra de lleno la figura del/la Coordinador/a de Honestidad. Esta figura es la encargada de identificar todos esos procesos en los que las acciones que se establecen puedan entrar en contradicción con las intenciones, con el propósito, con el objetivo último de las mismas. En este caso hemos identificado una intención de protección pero… ¿realmente las acciones que se realizan están sirviendo su vocación de proteger? No está claro, ¿verdad? El día que se terminen enterando, ¿se sentirán protegidas esas personas?

 

Aquí está la brecha de honestidad que aborda el/la Coordinador/a de Honestidad. El silencio está sirviendo para tapar ineficiencias. Hay acciones que van en contra de nuestra visión como empresa y no nos estamos dando cuenta o no estamos queriendo darnos cuenta. Y cuanto más tarde lo hagamos, más grande será la ineficiencia y más grande será su impacto. ¿Qué apellidos tiene esta ineficiencia? Muchos. Estamos hablando de ineficiencias en términos de tiempo, rentabilidad, comunicación y pasión por el trabajo. Es como si fuéramos en un barco y, de repente, nos diéramos cuenta de que una gran parte de la tripulación está remando en sentido contrario.

 

A modo de ejemplo, voy a contar algo que me sucedió hace un par de años visitando a un CEO de la milla de oro de la Castellana. Él me regaló una frase que para mí da sentido a todo lo que recoge este artículo. Esta persona dijo, refiriéndose a su empresa de más de 1.000 empleados: “Aquí no hay conflictos”.

 

¿Qué quería cuidar esta persona diciendo esto? Imagino que le puede preocupar que los conflictos interfieran en el ritmo de trabajo de su empresa. Imagino que quiere cuidar de los tiempos, de la efectividad, de la armonía y el ambiente de trabajo… en definitiva, de la rentabilidad de su empresa.

 

Ahora, bien. ¿Qué crees tú que estimula decir: “aquí no hay conflictos”? ¿Es una afirmación o más bien un deseo? Me gustaría que aquí no hubiera conflictos. ¿por qué? Por todo lo mencionado antes: cuidar de los tiempos, de la efectividad, de la armonía y el ambiente de trabajo, de la rentabilidad. La pregunta es… ¿decir que no hay conflictos hace que no haya conflictos? No parece. Es más, parece casi seguro que en una empresa de más de 1.000 empleados se van a producir conflictos. Entonces, cuando digo que aquí no hay conflictos, ¿estoy contribuyendo a retrasar o a acelerar la resolución de conflictos? ¿Estoy contribuyendo a resolver o a atascar los conflictos?? En términos de tiempos, efectividad, ambiente laboral, rentabilidad… ¿qué está consiguiendo realmente esto? ¿No crees que está remando en el sentido opuesto a su intención? ¿Ves la gran ineficiencia ahora? ¿Ves todo lo que puede tapar el silencio y la brecha entre lo que se hace y lo que se dice?

 

El/La Coordinador/a de Honestidad es la persona encargada de poner la honestidad al frente en las empresas. De ir reduciendo esa diferencia entre lo que se dice y lo que hace hasta conseguir y mantener la mayor coherencia posible entre visión, misión, propósito, objetivos, tareas y valores tanto de la empresa en sí como de las personas que trabajan para ella.

 

Poner la honestidad al frente garantiza un cuidado más extenso y más inclusivo. Porque en la nueva economía no existe margen ya para acciones que cuiden solo de unos estratos de la empresa y de otros no, o de determinadas personas sí y de otras no. Necesitamos soluciones que expandan el cuidado. Acciones de máximo alcance que integren lo económico, lo ambiental, lo saludable, lo social, etc. Y estas súper acciones de cuidado se consiguen cuando todas las personas reman en sintonía hacia una misma dirección y en un mismo sentido alineado con sus valores.

 

Además, el/la Coordinador/a de Honestidad también pone foco en las formas. En la manera de expresar y comunicar esta honestidad. La honestidad no está ligada a pensamientos u opiniones, sino a los propósitos de cuidado, a las intenciones de cuidado detrás de las acciones que se realizan. Por eso también inspira una comunicación honesta y con vocación de conectar desde los propósitos y valores de todos los agentes implicados tanto de empresa para dentro como de empresa para fuera.

 

Radiografía de la coordinación de honestidad:

 

-       Fomentar la honestidad en la empresa. Reducir el gap entre lo que se dice y lo que se hace.

-       Identificar acciones ineficientes o contrarias a los valores y propósito de la empresa y cooperar en la creación de nuevas acciones que sí sirvan al propósito.

-       Ofrecer herramientas de comunicación que ayuden a comunicarse desde la honestidad y la conexión con los valores.

-       Involucrar los valores de la empresa con los valores de las personas que trabajan en ella.

-       Integrar en la empresa un cuidado extensivo que incluya lo económico, lo ambiental, lo saludable, lo social, etc.

-       Conseguir y mantener la mayor coherencia posible entre visión, misión, propósito, objetivos, tareas y valores tanto de la empresa como de las personas que trabajan para ella.

 

Y tú, ¿cómo quieres gestionar la honestidad en tu empresa?

Javier NietoComment